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MULTIVERSO JOURNAL | ISSN: 2792-3681
Volumen 3, Número 4, Edición Enero-junio de 2023
https://doi.org/10.46502/issn.2792-3681/2023.4.2
Cómo citar:
Méndez Calderón, M.C. (2023). El Agua Dulce, un recurso geoestratégico visto desde la perspectiva de la hidropolítica. Multiverso
Journal, 3(4), 20-28. https://doi.org/10.46502/issn.2792-3681/2023.4.2
El Agua Dulce, un recurso geoestratégico visto desde la
perspectiva de la hidropolítica
Freshwater, a geostrategic resource from a hydropolitics perspective
Margelis Coromoto Méndez Calderón
Recibido el 14/10/2022 - Aceptado el 26/12/2022
Resumen
El agua dulce es un elemento insustituible para la supervivencia humana, su disponibilidad es crítica
y compleja y su carencia atenta contra la seguridad hemisférica, es por ello su condición de recurso
geoestratégico, ya que su control es sinónimo de riqueza y poder. Desde este apartado, se origina el
interés de analizar el agua dulce, como recurso geoestratégico desde la perspectiva de la hidropolítica,
bajo el criterio de una investigación cualitativa de tipo documental. Los resultados del estudio están
enfocados en la necesidad de impulsar la hidropolítica bajo la premisa de nuevas políticas de cambio
basadas en la comprensión, utilización, dimensión, valoración y proyección de este recurso
indispensable para el desarrollo socioeconómico, la seguridad alimentaria, la supervivencia de los seres
humanos y de los ecosistemas. En cuanto las conclusiones, el recurso hídrico será entonces la pluma
que redactará nuevos elementos de codicia y avaricia entre los más poderosos, por tal motivo, los
acuerdos entre los principales actores políticos deberían, no sólo entrar en una dinámica de diálogo
estable y duradera, sino, además, entrar en una nueva fase orientada en la cooperación y confianza,
a fin de evitar cualquier otra salida unilateral o por la vía de la violencia.
Palabras clave: agua dulce, hidropolítica, estrés hídrico, gobernabilidad, estrategia de desarrollo
sostenible.
Abstract
Fresh water is an irreplaceable element for human survival, its availability is critical and complex and
its lack threatens hemispheric security, which is why it is a geostrategic resource, since its control is
synonymous with wealth and power. From this section, the interest of analyzing fresh water as a
geostrategic resource from the perspective of hydropolitics originates, under the criterion of a
qualitative research of documentary type. The results of the study are focused on the need to promote
hydropolitics under the premise of new policies of change based on the understanding, use, dimension,
valuation and projection of this indispensable resource for socioeconomic development, food security,
survival of human beings and ecosystems. As for the conclusions, the water resource will then be the
Centro de Investigación de Ciencias Políticas de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo, Venezuela.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4474-7005. Email: mendez.margelism@gmail.com
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pen that will write new elements of greed and avarice among the most powerful, for this reason, the
agreements between the main political actors should not only enter into a dynamic of stable and
lasting dialogue, but also enter into a new phase oriented towards cooperation and trust, in order to
avoid any other unilateral or violent solution.
Keywords: freshwater, hydropolitics, water stress, governance, sustainable development strategy.
Introducción
El agua dulce es uno de los factores más importantes de los procesos sociales vitales del
desarrollo humano, su carencia constituye uno de los problemas más críticos de los recursos
naturales, ya que sustenta el conjunto de los ecosistemas, la biodiversidad y la sociedad. Es por
ello, su condición de recurso geoestratégico debido a que su carencia atenta contra la seguridad
hemisférica y su control es sinónimo de riqueza y poder. Para (Reliefweb, 2015) las más recientes
evaluaciones de los especialistas y organizaciones internacionales conectadas con los problemas
del agua, sugieren que para el año 2025, más de las dos terceras partes de la humanidad sufrirá
algún estrés por la falta del este líquido.
Así mismo, (Vidagañ, 2019) según un estudio realizado por el Grupo Banco Mundial,
UNICEF y la OMS, la ampliación de los servicios básicos de agua y saneamiento a las poblaciones
desatendidas costaría 28.400 millones de dólares anuales hasta 2030. En este sentido, si no se
mejoran las infraestructuras ni la gestión del agua, seguirán muriendo millones de personas cada
año y continuará perdiéndose la biodiversidad de los ecosistemas hídricos.
Desde este apartado, surge el interés de analizar la disponibilidad del agua dulce, como
recursos geoestratégicos desde la perspectiva de la hidropolítica, basándose en la influencia de
la geopolítica del agua, como un factor estratégico que se proyecta como indicador de seguridad
hemisférica ante posibles conflictos en el presente siglo.
Materiales y Método
En el presente estudio se realizó una investigación cualitativa de tipo documental, a través
de la revisión teórica de investigaciones científicas que poseen información relevante y necesaria
para dar cumplimiento al objetivo planteado. En cuanto a la metodología aplicada para la revisión
de la literatura se basó en la técnica propuesta por Hernández & otros, (2010), que contempla
las fases de revisión, detección, consulta, extracción/recopilación e integración de datos
pertinentes a los objetivos de la investigación, fijando una posición crítica reflexiva y aplicando la
gestión del conocimiento.
La consulta de la información se efectuó utilizando bases de datos como el Research Data
bases, Elsevier Instituciones y Scientific Electronic Library. Así mismo, para la recopilación de la
literatura, se analizaron los objetivos planteados, el fundamento teórico y los principales
resultados presentados en las investigaciones relacionadas al tema, tomando las aportaciones
pertinentes al objetivo de esta investigación.
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El Agua Dulce en la Sombra de la Hidropolítica
Tomando como referencia los aportes de Malin Falkenmark, hidróloga de origen sueco, el
estrés hídrico se aprecia cuando en un país o una determinada localidad los suministros anuales
de agua caen por debajo de los 1.700 metros cúbicos por persona por año. Para (Twenergy,
2021) Estrés hídrico, es el término que se utiliza para designar a aquellas zonas, países o regiones
donde los suministros anuales de agua dulce son escasos para garantizar la supervivencia
humana. Según la (FAO, 2015) en el año 2025, se estima que 1.900 millones de personas vivirán
en países o regiones que enfrentan una escasez absoluta de agua, y dos tercios de la población
mundial podrían estar en una situación de estrés hídrico.
Ahora bien, de acuerdo a la teoría de estrés hídrico, la crisis de agua va en aumento, si
se toma en consideración que el planeta Tierra tiene una disponibilidad de agua de 1.386 millones
de kilómetros cúbicos, de los cuales el 97,5% es agua salada y 2,5% es agua dulce, sin embargo,
de esa cantidad el 0,007% está disponible para consumo humano, debido a que el 69,7% del
agua dulce está congelada en los polos y glaciares, el 30% está almacenada en acuíferos y el
0,3% en los ríos y los lagos.
En este sentido, (Martínez, 2014) indica que la explotación de recursos hídricos durante
las últimas décadas se ha convertido en un asunto complejo, que involucra economía, política y
ecología, siendo esta triangulación la clave para el desarrollo óptimo en la utilización de este
recurso tan necesario para la vida humana. Desde este enfoque se define al agua dulce, como
un recurso geopolítico con carácter geoestratégico, ya que su gestión no puede, ni debe estar
reservada a una élite, sino al contrario debe ser entendida, discutida, analizada y evaluada por
todos los actores políticos involucrados en el tema, debido a que el elevado estrés hídrico tiene
consecuencias indeseables, tales como dificultar la sostenibilidad de los recursos naturales y
obstaculizar el desarrollo económico y social de las naciones, afectando desproporcionadamente
a las personas especialmente a las más vulnerables.
Un aspecto importante de destacar, son los indicadores asociados al estrés hídrico, entre
ellos, el crecimiento demográfico, el desarrollo económico, la urbanización y la contaminación,
estos indicadores están ejerciendo una presión sin precedentes sobre los recursos hídricos
renovables, especialmente en regiones áridas, también un aspecto influyente y poderoso, el
impacto del cambio climático. (Soto, 2021) el calentamiento global también repercute en la
disponibilidad del agua, se estima que, por cada grado de calentamiento global,
aproximadamente un 7% de la población mundial estará expuesta a una disminución de al menos
20% de los recursos hídricos renovables.
De igual manera se deben mencionar los cambios artificiales provocados por el ser
humano y las demandas de la bioenergía, ya que dificultan aún más, la ya complicada relación
entre oferta y demanda del agua. (Soto, 2021) se estima que la electricidad representa del 5 al
30% del costo total de operación de los servicios de agua y saneamiento, y en algunos países
como la India y Bangladesh puede llegar al 40%. Otro indicador importarte de señalar, es el
elevado consumo de la agricultura, especialmente la agricultura de riego, (DGCS, 2017) advierte
que la agricultura representa alrededor del 70% del uso del agua dulce global, lo cual hace que
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la cadena de suministro de alimentos y bebidas sea altamente sensible al estrés hídrico, es el
sector con mayor extracción de agua a nivel mundial.
Así mismo, el empleo del agua es muy elevado en la industria, las plantas petroleras, las
industrias metálicas, papelería, madera, procesamiento de alimentos y manufactura; con respecto
a este último indicador, se estima que la demanda global de agua para la industria manufacturera
se incrementará en un 400% al 2050.
Un aspecto importante de señalar en este artículo, es la caracterización de los países más
afectados por la escasez de agua, según (ACNUR, 2019) se encuentran en el Medio Oriente y el
Norte de África, los cinco primeros países con mayor escasez de agua son: Kuwait, Bahrein,
Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Qatar. África, a pesar de poseer dos enormes acuíferos, como
es el de Nubia en Sudán y el del norte del Sahara, se encuentra en estado crítico de escasez de
agua por la contaminación de sus ríos y lagos, Estados Unidos tiene sus ríos y lagos contaminados
y gran parte de su población depende del agua subterránea, las cataratas del Niágara padecen
un nivel alto de contaminación, al igual que Ogallala, que ha visto mermar sus aguas por la
sobreexplotación.
En este sentido, (ONU, 2014) indica que casi una quinta parte de la población mundial,
vive en áreas de escasez física de agua, mientras que 500 millones se aproximan a esta situación.
(El Ágora, 2021) la distribución de esta pequeña cantidad de agua potable superficial es desigual,
por un lado, la escasez de agua afecta ya a cuatro de cada diez personas, una cifra que la ONU
prevé que para 2050 ascienda a una cuarta parte de la población mundial, que tendrá que
sobrevivir en países con falta crónica de agua limpia, paralelamente una decena de países
acumulan más de la mitad de las reservas de agua dulce mundiales: solo entre Brasil y Rusia se
reúne casi un tercio.
Definitivamente las causas del estrés hídrico no terminan y es relevante tomar atención
sobre el futuro de este recurso vital, los acuíferos constituyen una aspecto relevante sobre el
tema, ya que son un fuente importante de agua dulce para el consumo humano y pueden ser
menos vulnerables que las aguas superficiales a los impactos directos del cambio climático, por
esta razón representan un componente esencial para la reducción del riesgo de escasez de agua
a corto plazo y el aumento de la seguridad hídrica a través de medidas de adaptación como la
recarga gestionada de los mismos.
Es por ello que resulta interesante mencionar, como el estudio sistemático de los gobiernos
y su comportamiento político, puede verse fortalecido gracias al carácter geoestratégico que tiene
el agua dulce, desde la perspectiva de la hidropolítica; la cual es una especie de triangulación
donde participa la economía, la ecología y la política, de igual manera en este campo las relaciones
de poder y la toma de decisiones pueden tener impactos directos en la sociedad, tal es el caso
del uso del agua como forma de dominación o de control del poder.
Bajo este contexto, (Waterbury, 1979, citado por Pereira & García, 2017) manifiesta que
la hidropolítica, es la capacidad asociada a las instituciones con carácter geopolítico para manejar
y gestionar los recursos hídricos compartidos de una manera sostenible, esto es administrando
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de tal manera que todos los involucrados reciban el recurso, para evitar conflictos internos y entre
naciones relacionados a su acceso. De igual manera (Ramírez & Vásquez, 2018) la hidropolítica
es conocida a finales del siglo XX, como la capacidad asociada a las instituciones con carácter
geopolítico para manejar y gestionar los recursos hídricos compartidos.
Así mismo, (Martínez, 2014) toma como referencia las declaraciones de Ismael Serageldin,
vicepresidente del Banco Mundial, entre los años 1993 y 2000, quien vaticinó que si bien es cierto
las guerras en el siglo XX fueron por el petróleo, las del nuevo milenio serían por el agua. No
obstante, la (ONU, 2019) durante el siglo XXI las futuras guerras serán por el agua, generando
una perspectiva que obliga a las personas a tomar conciencia sobre la utilización del recurso.
De igual manera (Agudelo, 2005) según el Banco Mundial, la próxima guerra mundial no
será por petróleo sino por agua. Por su parte, la ONU pronostica que en el año 2025 la demanda
del líquido superar el suministro en 56%. En este sentido, como se manifestó en párrafos
anteriores entre los países que estiman padecer estrés hídrico, la mayoría se encuentran en el
Medio Oriente, un área con altas temperaturas y muy poca lluvia, lo que determina que muy
pocos ríos fluyen durante todo el año y también es un área plagada de diferencias políticas y
disputas territoriales, ejemplo de ello, Israel y Palestina.
Con respecto a estos países (Vásquez & Ramírez, 2018) Israel mantiene posesión directa
de las fuentes hídricas en la zona, es una violación al Acuerdo de Oslo. La inequidad del recurso
hídrico en la zona es el factor de batalla entre judíos y musulmanes. Así mismo, (BBC Mundo,
2021) en Gaza la situación es aún peor, debido a que en un 95%, dependen de un solo acuífero
y además está contaminado. También, el trazado de la frontera entre Israel y Siria en la región y
el acceso a las aguas del mar de Galilea, son motivo de conflicto entre ambos países desde los
comienzos del siglo XX, Israel reclama las fronteras definidas en 1923 por Francia y el Reino
Unido.
De igual manera, el estrés hídrico se está intensificando en regiones como China, India,
con los ríos que nacen en el Tíbet, especialmente por la construcción de represas en China y
debido a la propuesta de desviar el río Brahmaputra, considerado uno de los ríos más largos de
Asia.
Turquía, Siria e Irak están distanciados por las nacientes de los ríos Tigris y el Éufrates,
donde Turquía aspira construir represas para desviar el agua de estos ríos, las represas son parte
de un proyecto de larga duración de Turquía para construir un sistema de embalses a lo largo del
Tigris y el Éufrates. India y Pakistán, las dos naciones comparten el agua de seis ríos, los ríos
orientales (Sutlej, Beas y Ravi) se asignaron a la India, mientras que los tres ríos occidentales
(Indus, Jhelum y Chenab), se dirigen hacia Pakistán, esto se determinó en el Tratado de Agua
del Indo, creado en 1960. (Latif & Niazi, 2019) Pakistán acusa a India de violar continuamente el
tratado al construir represas en los ríos occidentales, mientras que India piensa que, como
resultado del tratado, Islamabad controla más agua que India.
En cuanto al conflicto del Mar de Aral, que enfrentan a Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán,
Turkmenistán y Kirguistán, cabe mencionar que con respecto a este conflicto en 1994, los países
antes precitados firmaron un acuerdo por el que se comprometían a destinar un 1% de sus
presupuestos a contribuir a la recuperación del Mar de Aral, ya que el mismo como resultado de