instituciones cerradas es sumamente interesante, porque en el interior de sus recintos, en los que se
desarrolla su cotidianidad, es realmente atrayente, debido a que están rodeados por ese halo misterioso,
de quienes se ocultan del escrutinio público y se esconden a toda observación, lo cual motiva la curiosidad
de aquellas personas, que ubicadas a extramuros, desean saber lo que sucede en su interior y, en particular,
del investigador o investigadora, interesado en develar y explicar los eventos que se esconden en lo
recóndito de esos espacios. Ese es el caso específico del estamento militar, cuyas actuaciones, por distintas
razones, están generalmente vedadas y restringidas a la población civil, debido a que de ocurrir lo contrario,
se pudiera ocasionar inestabilidad y tensiones en la institución cástrense. En ese sentido, aunque los fines
y objetivos de los cuerpos militares son públicos, su devenir interno es apenas divulgado y solo se publican
algunos de sus detalles, lo que motiva a indagar cómo es su funcionamiento interno.
Cuando un individuo, que ejerce funciones en cualquier institución que funciona bajo el sistema de
disciplina, lo hace de manera eficiente y optima, son objeto del reconocimiento de sus superiores
jerárquicos, por lo tanto, son recompensados con promociones, ascensos, mejoras salariales y honores
públicos, lo cual es un motivador fundamental para el logro eficiente del trabajo. En sentido estricto, esto
representa el honor del trabajador, del funcionario, del empleado, del militar, lo cual lleva a considerar el
honor como elemento de fundamental importancia en las relaciones institucionales, pero sobre todo a nivel
personal, entendiendo que actualmente el honor se equipara al prestigio individual, pero no siempre fue
visto de esa forma, por el contrario, el honor es un valor que ha sido apreciado de distinta forma en
diferentes sociedades, por lo cual es una categoría histórica ampliamente estudiada a nivel mundial. Por
otro lado, cuando el individuo incumple con sus funciones y demuestra ser incompetente y como resultado
de esas indebidas actuaciones incurre en la trasgresión a la normativa impuesta, es destituido, degradado
y expulsado, al mismo tiempo que es sometido al descrédito y al deshonor.
Indudablemente, bajo este enfoque, en el estamento militar, hay variables cuyo estudio es de fundamental
importancia para comprender las normas que rigen la conducta de los efectivos y las transgresiones a la
misma, las que ocurren en el interior de las instituciones castrenses. En ese espacio, que ha sido regulado
para que el rango y las jerarquías sean respetadas y obedecidas, sin discusión, y en el que todas las
actuaciones están siendo constantemente vigiladas y registradas para mantener una evaluación sistemática
del desempeño de los efectivos y de acuerdo con sus resultados premiar o castigar a los mismos, lo que
determina la necesidad de conocer esos mecanismos y la aplicación de sus sistemas punitivos, como la
manifestación certera del ejercicio del poder institucional, cuya función primordial es el ser garante de
respeto del orden y las leyes establecidas. Por tanto, es insoslayable examinar tanto las conductas
aceptadas como las reprobadas, las que, por ende, representan una amenaza a la estabilidad colectiva y
al poder mismo que las fundamenta y las sostiene.
A partir de ese enfoque, se plantea el estudio del funcionamiento de la Fuerza Armada Venezolana, en el
marco de su cotidianidad vigilada, ordenada y obediente, como a sí misma se define, con cuyo propósito
se han establecido órganos de control, fiscalización y penalidad que están previstos en el ordenamiento
legal que constituyen el régimen disciplinario del cuerpo castrense. En esos instrumentos jurídicos se
definen dos tipos de procedimientos para establecer las faltas y sancionar y castigar a los transgresores.
La primera es de tipo administrativo y está contemplada para ser aplicada por los superiores, cuando
conozcan de faltas leves en sus subalternos e instituyen sanciones que van desde el arresto en las mismas
instalaciones, amonestaciones de distintos tipos que se registran en los expedientes relativos de los
efectivos, los cuales eventualmente definen sus reconocimientos como lo son sus ascensos o los detienen
en cada una de las jerarquías.
Otros procedimientos son de competencia penal, para los cuales los militares, que son un sector privilegiado
en el Estado venezolano, al igual que en otras naciones, disfrutan de una jurisdicción que los ampara y que
les permite ser procesados y juzgados en tribunales especiales, con jueces procedentes de su seno que
tienen la potestad de revisar su comportamiento y castigar sus delitos.